Duro? si, muy duro.Sobre todo si...
* se nada sin neopreno y el agua está más fría de lo que dicen los jueces. Que nos n
os cuenten películas! Cualquier año muero acalambrado...
* Si nada más salir del agua tienes que luchar pendiente arriba contrareloj, con la garganta seca.
*Si al salir a la comarcal camino de Atienza, una Highway 19 a la española, el viento sopla de culo y para mover 200 watios tienes que pedalear a 50 por hora, casi como en el Tour.
*Si en los repechos el sol cae a plomo y sientes la respiración muy entrecortada y las piernas quemando, pero no puedes bajar el ritmo. Y menos mal que en alguno de ellos te ofrecen agua fresquita algunas chicas en bikini. 
*Si en el punto de vuelta, como si fuera Hawi, (turnaround), al volver hacia Pálmaces tienes un duro repecho y el aire en contra.
* Si lo que te parecía fácil de ida, es un tormento a la vuelta... y no puedes bajar el ritmo.
*Si el agua ya se ha acabado y tienes la boca pastosa y los labios blancos...
*Si en la carrera a pie comienzas rápido cuesta abajo, pero al llegar a lo más llano , justo antes del giro junto a la presa, te quedas
* Si al volver, sobre todo en la segunda vuelta, para poder seguir corriendo en el duro repecho previo al pueblo, tienes que hacer el mayor esfuerzo de toda la tarde.
* Y si ya en el pueblo acabas casi sprintando con alguien que se juega el honor contigo, y tienes que correr de veras por calles que parecen la montaña rusa...
Por esto y por mucho más es una prueba muy dura, especial, única, mítica. Pálmaces es y seguirá siendo, el triatlon.
Fotos cortesía de http://ceepo-spain.blogspot.com/

Sus inicios hay que buscarlos en la natación. A los diez años ya entrenaba en la piscina y , con una progresión fulgurante, a los quince años ya era campeón de España absoluto. A los 16 años algunos problemas de lesiones y un accidente de moto lo retiraron prematuramente de la pileta, así como su dedicación a los estudios y posteriormente el inicio de su carrera de medicina. Aún así, en esta época de su vida continuó haciendo deporte con asiduidad: fútbol, karate, waterpolo, windsurf… hasta que un día se cruzó en su vida el triatlón.Meses antes de la celebración del primer Triatlón de Barcelona, algunos amigos lo animaban a participar, pero él lo consideraba imposible, después de pasados tantos años fuera de las piscinas nadar un 1.500, además de no haber nunca corrido ni montado en bici… el día del triatlón, Godoy estuvo allí, pero como espectador, la competición le entusiasmó y a partir de entonces decide comenzar a entrenar, aunque solo fuera para mantenerse en forma. Después declararía que los meses posteriores a su decisión de comenzar a entrenar serían muy duros para él, planteándose constantemente por qué entrenar, ya que se le hacía duro, cuesta arriba, llegándose a encontrar muy mal a veces. 



Las instantáneas que os muestro son las del cuadro sobre el potro de montaje, en el taller de Rubén García Trigo "El Cangre", que fuera mecánico de la selección española femenina; el mismo Rubén con la bici con rueda lenticular y una imagen de la cabra con las ruedas de entrenar en un momento de parada en plena ruta.
El otro día Diego Velázquez, el organizador del Jabalí, nos envió una foto justo en la ribera del Duero, junto al lugar de la prueba, en la que está junto al inefable 


