Angel Cubas , conocido en algunos ámbitos como el
Tantra, (aunque de tántrico tiene poco), es un viejo amigo al que le persiguen ciertos fantasmas, (con los que convive, pero a los que se enfrenta sin miedo), que le impiden a menudo culminar sus retos de resistencia, sobre todo los Ironman, que se le atragantan una vez y otra también.
Aún así, Angel ha podido terminar su primer Ironman, después de inumerables intentos, en
Zurich el pasado día 24 de junio.
A Angel lo conocí hace ya más de quince años, a muy primeros de los noventa, cuando él era uno de esos "raras avis" que hacía triatlon. Frecuentaba la tienda de
Finisher Tri Sport, cerca del estadio
Vallehermoso, y se juntaba con todos aquellos pioneros madrileños.
Eramos casi vecinos, del barrio de la
Dehesa de la Villa en Madrid. Yo compartía piso con mis cuatro hermanos en la calle
Sanchez Preciado y él vivía en la casa de sus padres en la
colonia del Sto. Angel de la Guarda. A menudo corríamos juntos en los circuitos de la Dehesa,ó ibamos a tomar algo. Yo era un contumaz corredor y el un triatleta ilusionado al que yo no acababa bien de entender.
La vida nos separó durante años y cuando él volvió a saber de mi, fue por el
Eurosport y la voz del mítico
Alix, que en el reportaje anual de
Lanzarote hababa de mi como único español clasificado para
Hawaii en aquel 1998. Creo que Angel se quedó de piedra, pues hacía casi una década que no me veía y entonces a menudo yo me mofaba de él y lo "poco" que corría a pie por hacer tanto
el chorra en la piscina y pedaleando. Yo convivía con mis sectarias convicciones de
solo corredor y a menudo él se enfadaba conmigo por ello y mi cortedad de miras entonces.
El destino quiso que después la vida nos fuera acercando e incluso yo le entrenara para alguno de sus retos, algunos culminados, (como la
Travesía a nado del Estrecho), y otros inconclusos como el IM Lanzarote del 2005, por sus pertinaces problemas estomacales. Entre triatlon y triatlon, también bonitas aventuras como
la Marathon del Hoggar, en el desierto de
Argelia.
Los problemas de estómago le han impedido no pocas veces cumplir su sueño de ser finisher, pero en esta edición de Zurich, aún caminando y con esos problemas latentes, pudo llegar a meta en poco más de 14 horas.
Angelito el
Tantra, un gran triatleta, corredor y aventurero y desde el día 24 de junio también
Hombre de Hierro, desde aquí quería brindarte el homenaje que mereces como deportista y persona.