miércoles, 23 de marzo de 2011

La ventana del pasado, (IV); Kona 98. La prueba.


3 de octubre de 1998
. Son las cinco de la mañana.

Sería muy largo explicar como llegué hasta aquí, pero lo cierto es que estoy en una cola de almas encendidas, de rostros marcados y ojos brillantes, esperando a entrar en los boxes, junto al Kailua Pier . Estoy ya sudando, es temprano pero se masca la atmósfera. Pienso en muchas cosas, en mi vida a miles de kilómetros, en mis amigos, en mi familia, en mi padre que estará en algún lugar "llevándome". El ya no está, por eso está mi madre muy cerca de boxes, en el para ella, "viaje más alucinante de su vida". Ella está para apoyarme,por mi, por ella y por el espíritu de de mi padre desaparecido...

Los pensamientos se amontonan mientras camino hacia boxes, me marcan los números casi a fuego en mi cuerpo... veo a triatletas de todo el mundo a mi alrededor, sublimados, muchos han recorrido caminos tortuosos para llegar hasta aquí... miles de kilómetros de entrenamiento, sudor incalculable, risas, lágrimas... el sueño ya está próximo porque estamos en La Meca y todos soñamos con los brazos de una hawaiiana en la cálida meta.

Ultimos retoques a la bici, ruedas, avituallmiento, decenas de focos sobre nuestros cuerpos, gritos de los espectadores, el día va rayando en el horizonte. Me pierdo en la multitud, una última foto con Eduardo y me despido de él, de Matías y Verónica.Ya si me siento solo y a la vez en paz conmigo. Estoy tranquilo. Los minutos pasan deprisa y ya en el agua esperamos el cañonazo. Solo recuerdo un trueno y un grito salvaje de cientos, miles de gargantas y millones de burbujas en las cálidas aguas. He salido muy a la izquierda, huyendo de los golpes, y hago más metros, pero no me importa. Me acerco al barco del turnaround y compruebo el cronómetro: 34' .  Bien, creo que saldré en 1h.10' más ó menos. Bordeo el Body Glove y enfilo el regreso hacia el muelle; es entonces cuando decenas de triatletas me superan, no puedo seguir los grupos. Es una extraña sensación. Aún así , no me preocupo, sigo a mi ritmo y salgo en 1h.18', la peor de mis marcas en la natación de un IM.

En camiseta y bañador, monto en mi Colnago C-40 y me dirijo hacia el "paseo" por los campos de lava. Al salir de Kona, viento de culo y velocidades de vértigo. Voy todo el rato por la izquierda, superando a muchos veteranos y decenas de chicas. Claro, he salido el 1108 del agua, muy atrás, y me da la impresión de que voy volando, pero en realidad es que al salir tan atrás, voy superando fácilmente a muchos competidores. Sigo casi sin variación por la izquierda, y veo en el horizonte una interminable hilera.

Km. 60. El viento cambia bruscamente y comienza a dar de costado y veo a gente con ruedas de palos delanteras  que se salen literalmente de la calzada. Al pasar por un avituallamiento vuelan mesas y sillas. Esto es un huracán. Yo voy con rueda de palos atrás y radios delante y creo que acerté en la elección. Unos kilómetros más adelante el viento, muy cambiante, comienza con una violencia inusitada de frente. Es el viento más fuerte que haya visto hasta entonces y que luego haya podido nunca sufrir. Voy a 16 km/h. acoplado , a 170 latidos. Increíble. Así no acabaré, pero me consuelo viendo como voy adelantando a más triatletas. Unos kilómetros más tarde, el viento se calma. Esto es como estar en decenas de microclimas distintos en pocos kilómetros. Un sueño con los ojos abiertos.

Km. 85, punto de retorno, Hawii. Esto es Asturias!!! Prados, vacas pastando y casas preciosas de madera, como en las tierras de mis abuelos.Aquí veo a Jero, pareja  de Verónica, que es la primera voz familiar que oigo en varias horas. Un poco más adelante, una de las reinas de Hawaii, Julie Moss, me sonríe cuando la adelanto. No he visto a Eduardo cuando nos hemos cruzado, pero si a Matías, que me vocea , con nuestra consigna jocosa de aquellos días...¡ la batalla del siglo!!

De vuelta a Kona, viento de costado, en contra ó a favor a tramos y dependiendo de las zonas. Sigo adelantando. En el km. 110 pillo a Matías, el legendario Llobet de la primera época de nuestro triatlon. Me pongo a su altura y lo animo, le pregunto por Verónica y me dice que va un poco más adelante. Me insta a continuar, pues a él le han penalizado ya los estrictos jueces y deberá parar 3' en la T2; 10 kms. más allá adelanto a Verónica que va "tostada" y sigo decidido...



Llego a Kona atravesando a buena velocidad la zona residencial del Alii Drive. Mis amigos, Ricardo , Lupe y mi madre han dibujado con tizas de colores nuestros nombres, (Aupa Matías, Edu , Pablo, Vero...) en la tremenda rampa que da a acceso a la T2, en el Royal Kona Resort. El calor ya es asfixiante. Me cambio, medio mareado y compruebo el tiempo en bici, menos de 5.40, me he bajado 600 puestos por delante de lo que saliera del agua.

Los primeros kms. a pie son terroríficos. Veo ya a gente andando en las tremendas rampas. Bajo al Pit, un lugar algo así como una cacerola en ebullición y adelanto a la danesa Karin Jorgensen , con la que hablo gracias a su fluido castellano. Ella estuvo viviendo unos años aquí. Se sorprende y nos animamos. Enfilo hacia el Alii Drive y vuelvo a ver el rostro de mis amigos.Mi madre grita como una india y me pregunta que tal voy. Bien. Bebo mucho y me voy chupando literalmente los power gel que llevo en los bidones.





Mientras voy corriendo me animan de todas maneras. La animacíon es tremenda, al tiempo que  el calor es agobiante y todo es agua: ell agua que bebes, la que sudas, la que te echas por encima y casi la que respiras... y queda todo lo más duro, la solitaria autopista 19. Remonto el repecho de salida del pueblo, Palani Street y leo por enésima vez el monolito, "Kailua Kona". Me adentro en el paisaje espectral de la Highway 19.

Corro ya medio sonado hacia el Energy Lab, veo a los pros que vienen de vuelta y me cruzo con todos esos rostros y nombres que he memorizado en mis dos años de triatleta: Spencer Smith, T. Hellriegel, René Rovera, Peter Reid, ¿dónde está Zack? Unos kilómetros después lo compruebo; el alemán viene caminando , entre una nube de motoristas, ciclistas, fotógrafos, ambulancias, coches de organización... ha "reventado " cuando iba segundo ó tercero después de liderar parte del ciclismo y la marathon. Acabará tan solo quince puestos por delante de mi. Ese es el espíritu de la LD. Llegar, ser un finisher es lo que cuenta.

No han pasado muchos y ya viene Eduardo. Viene entre los 40 primeros el bestia. Va corriendo muy fluído. Chocamos las manos. Un poco detrás me sorprende ver a Tinley sufriendo un montón, corriendo casi con el corazón en la garganta. Parece como si estuviera corriendo una marathon sin el "aperitivo" previo.

Ya junto al mar me adelanta Llobet. Me repite de nuevo...¡¡¡la batalla del siglo!!! vamos en nuestra particular batalla, "masacrándonos" en buena lid. Doy cuatro, seis, ocho pasos caminando y vuelvo a correr. No se me va. Giramos en el Energy Lab y vuelvo a adelantarlo. Ahora es el el que camina. Me dice que va fundido pero que llegará.

De vuelta a Kona me reencuentro con mis fuerzas soterradas.El paisaje aquí es poco menos que apocalíptico, con gente parada,caminando ó casi haciendo eses. Aún somos muchos corriendo, pero cada vez más despacio.En este camino de vuelta, distingo una espalda con un nombre que me es familiar: "Scott Molina". No me lo puedo creer. Es Terminator.Vencedor aquí en el 88. Un mito. He leído un montón sobre él. Lo rebaso y me lo quedo mirando. No hay duda, es él. Que pasada...

A falta de siete millas, me vuelve a adelantar Matías y esta vez casi ni hablamos. Dos millas más adelante lo vuelvo a pasar y esta vez miro hacia atrás y ya no viene. Creo que seré el vencedor de nuestra particular Batalla del Siglo, (la original, la genuina, fue la que libraran los míticos Dave Scott y Mark Allen en el año 89... de ahí nuestra memorable frase). Pero justo en la cuesta en la que Allen descolgara a Scott, a poco menos de una milla de entrar en Kona, Matías vuelve a rebasarme y yo ya no tengo cambio de ritmo. Luego le pregunté cual fue el secreto de su resurrección. Me confesó que hizo los últimos quince kilómetros completamente apajarado, y que dos ó tres power gel y una coca cola obraron el milagro...

Callejeo por Kona. Hay miles de personas. Paso por un tubo de masa humana ruidosa y miro las banderas que flanquean la meta. Paladeo la atmósfera, veo rostros expectantes, alegres,jubilosos y comienzo casi a llorar. Veo la meta , piso la moqueta "Triatlon World Championship Ironman Hawaii". Cruzo la línea, 10h.30', puesto 312. Unos brazos de dos hawaiianas me llevan y me colocan el collar de flores. Surgen los recuerdos de la infancia, de la juventud, los años que han pasado hasta llegar aquí.





Mi madre está en meta, esperándome. Me hago la foto con ella, que rie con los ojos como dos luceros brillantes. Es casi tan feliz como yo... ¿ó tal vez más?


Minutos después, tumbado en una camilla entre palmeras, con el sol mortecino del atardecer inundando mis sentidos y dos bolsas de hielo en mis cuádriceps, sentí la paz más infinita que un hombre pueda soñar y deseaba que aquella felicidad no acabara nunca.

El relato original fue publicado en el foro de www.elatleta.com en el hilo Experiencias Ironman en junio de 2004.

sábado, 19 de marzo de 2011

La ventana del pasado, (III). El Ironman.

Antes de nada, me gustaría hacer alguna putualización, ya que me llegan correos privados de algunos lectores que no están muy de acuerdo con algunas de las ideas que aporto , referidas al volumen e intensidad de aquellos entrenamientos de carrera, inspirados en la escuela italiana de los Bordin, Poli, o Pizzolato...

Por un lado, decir que vosotros, lectores, en gran medida, sois triatletas y no hablo de carrera en triatlon, sino de la marathon pura y dura; por otro lado, la evolución de las técnicas de entrenamiento y el empleo de diferentes estrategias que nos ayudan a optimizar muchos de nuestros recursos de forma más económica, nos abocan a abandonar sistemas de ayer, ó al menos a no utilizarlos de forma indiscriminada. Correcto. Pero de nuevo subrayo que no trato de sentar cátedra, sino de recordar, enfatizar lo vivido y experimentado y por supuesto aprender de mis errores, (también).


Como ya dije en entradas anteriores, en 1997 ya, sin saberlo, por mi inclinación al trabajo extensivo, y el disfrute del tiempo al aire libre y del gozo con la aventura y la naturaleza, entrenaba duramente para triatlon largo, aunque no me lo planteara entonces. Entre diez y quince horas semanales de bici en el verano, además de la cotidiana carrera y las tres sesiones de natación , con durísimos trabajos de técnica con los que mi amigo Quique Alvarez, (ahora compañero en tareas técnicas en el Tritalavera) me dejaba agotado, eran un menú dilatado que me llevaba entre 20 y 25 horas semanales. Grandes tiempos.

Recuperé la ilusión de mis 20 años , de mis inicios en el atletismo. Rejuvenecí interiormente. Recuperé ilusiones de adolescente. Los que me conocieron entonces lo sabrán, incluso entonces me eché una novia que no cumplía los 21... debuté en Pálmaces con un 21º puesto, - en honor a ella :-) -  y después de diez días en Cuevas del Valle de vacaciones y densos entrenamientos terminé  9º en el entonces prestigioso Triatlon de Coria, olímpico, (sin drafting, off course).

Tener muchos días junto a mi a González Gordillo, un veterano obsesionado con Hawaii fue la guinda para que me decidiera, entonces, cuando los triatletas de larga distancia eramos raras avis, los locos de la larga, como me dijo Barbany en Posadas 2000... nada que ver con la fiebre actual. En febrero de 1998 me apunté a Lanzarote enviando un talón del banco conformado, jeje.

Para Lanzarote nos fuimos Gordillo y yo, él con la idea de clasificarse para Kona, yo con la seguridad de que terminaría y confiado por mis largas horas de entrenamiento, levantándome a las 6.30 todos los días y acostándome a las 22.30. Así, de forma espartana, sin ver la tele y sin internet, claro está. Muchos pensaréis que vivía del aire, pero trabajaba entonces... y duro. De 9 a 13.30 dando clases de formación para desempleados en las oficinas del Ministerio de Trabajo, (INEM) en mi pueblo, y de 18 a 21.30 en el gimnasio ó en la pista de atletismo con mis atletas. A veces comía sobre la bici. De profesional, ó de vida muelle, nada. Tal vez por eso, y seguramente por ello, me esforzaba más, sabiendo lo que me costaría alcanzar mi sueño.

En Lanzarote 98 fui el único español clasificado, más por el escaso número de triatletas de larga españoles entonces,y su bajo nivel comparado con alemanes ó ingleses, que por otra razón. Entonces me di cuenta de que los triatletas de aquí entrenaban mal, muy poco , o excesivamente, que de todo había, pero sin mucho rigor, y sin saber cómo reducir su entrenamientos lás semanas previas, ó cómo aplicar las intensidades correctas.Yo entonces leía los Triathlete que me compraba en un kiosco de la calle Goya en Madrid casi todos los meses y comenzaba por supuesto a aplicar los sistemas de entrenamiento adaptados del atletismo. Fue una época muy ilusionante, de grandes descubrimientos y experimentación.

Mi entrenamiento para Hawaii lo viví con gran intensidad y disfrute. Aproveché el tiempo libre del verano, y la ilusión por estar junto a Llobet y Arenal, dos grandes pioneros de nuestro deporte,(además de la catalana Veronica Roldán), allá en La Meca, en el mismo lugar en el que Berasategui  Olabegoia y Pérez diez años antes inauguraron la participación española.



Os dejo un detalle de mis tres semanas más duras entonces con una imagen de la carátula de la libreta donde guardo esas reliquias, unas semanas que recuerdo haber comparado en el avión con Arenal, de camino a EEUU, comprobando la gran similitud de nuestro entrenamiento entonces; con la salvedad de la mayor calidad e intensidad de las sesiones de aquel pedazo de triatleta, dos veces top-30 en el Pacífico. Ahí es nada!


Semana 1, del 24 al 30 de agosto 1998

L- Natación ligero 3.000 metros.

M- Natación 2.000+ 3h. 10' de bici 28.5 AVG  Tarde carrera 50' entre 4'40'' y 4'20''+ Rectas.

X- 125 kms. de bici en 4 horas 31.5 AVG

J- Mañana natación total 4.000, Tarde, Cross Local 5.000 metros 4º puesto.

V- Carrera continua 2 horas + 1h. 20' de bici 30.5 AVG

S- 100 kms. de bici en 3h. 10'+ Natación por la tarde, 3.000 metros

D- 4 horas bici AVG 30.0+ 1h. 15' carrera, (seguido transición). Un buen regalo de cumpleaños!!!

TOTALES SEMANA 12.000 agua- 476 kms. bici -65 kms. pie, 25 a 26 horas.


Semana 2, del 31 agosto al 6 de septiembre de 1998

L- Natación, total 2.200 metros

M-Mañana:  Bici, test de 30' pulso estable 150- 160 latidos, en rodillo Cateye CS 1000 con 1% pendiente 18.610 metros AVG 37.2. Tarde: 1 hora c.c. lenta+ Rectas-.

X- M- Natación, 3000, intervalos aerobico medio de 200 - 400, (3X400/40''- 4X200/20'')
      T- 1 hora carrera en cuestas.

J- Subida Puerto del Pico en bici, 4h. 06' 120 kms. + 30' carrera lenta en transición. Por la tarde, 35' carrera en hierba suave+ Rectas.

V- Natación, 3.000 metros+ Carrera 1h. 15' incluyendo 2X15' a 3'50''/5' lento

S- 100 kms. bici 29.0 AVG+ 40' carrera suave en transición. Por la tarde, Carrera Popular a ritmo controlado, 160 pulsaciones, 9.200 metros 33'45''

D- Bici 2h. 15' 70 kms. AVG 31.0+ Carrera larga 1h. 30' a 130 pulsaciones. Tarde. 1500 metros nado fácil.


TOTALES SEMANA  9.600 agua- 356 kms. bici - 100 kms. pie, 25  horas.


Semana 3, del 7  al 13 de septiembre de 1998

L- Natación, 3.000 metros variando.

M- Mañana, 3h. 15' bici subida Pielago. Tarde: 1h. 05' carrera lenta.

X- Natación, 2500 metros, intervalos+ Bici 4h. 05' 123 kms. subida Pico, AVG 30.1

J- Natación, 3.000 incluyendo 1500 fartlek+ Carrera 1h. 05 con 2X15' a 3'45''/5' lento+ Masaje por la tarde.

V- Natación con intervalos largos, total 4.000 metros+ Bici 105 kms. en 3h. 40'

S- 50' carrera lenta+ Bici 3 horas 97 kms. AVG 32.0

D- Bici 4h. 08', 120 kms. + 1h. 30' carrera continua en transición entre 135 y 150 pulsaciones.... Tarde. 1000 metros nado suave, soltura.

TOTAL SEMANA; NATACION 13.500 BICI 530 KMS. Y CARRERA 58 KMS. 28 HORAS.


La meta de Hawaii. Esta foto se la dediqué a mi amigo Agustín y por mi particular despiste me quedé sin copia... así, con dedicatoria incluida para él, os la muestro.



Un último apunte. Entonces no teníamos cabras, y el año anterior yo corrí en Pálmaces con la palanca del cambio de plato en el cuadro aún, no había ropa de compresión, ni cambios electrónicos, los manillares eran de hierro y montaba el veloce de 8 piñones... para recuperar mucha fruta, tal vez un sobre de Prevalon  en el desayuno.Tanto hemos evolucionado; pero la esencia es la misma que hoy debe pervivir, la búsqueda de la mejora por medio del entrenamiento ó los materiales,descansar,  el apego al descubrimiento y la aventura, romper moldes y límites... esa y no otra, debe seguir siendo la esencia del triatlon, pese a que los atavíos ó los tiempos, cambien.

miércoles, 16 de marzo de 2011

La ventana del pasado, (II). La marathon.

La marathon, que no el marathon, ni el maratón; nombre de mujer, de amante, de amor platónico... de amor esquivo que nos hace sufrir, reir, gozar.





En aquellos años, y por qué no, ahora también, tenía un sueño.Mi sempiterna aspiración era hacerme viejo con las piernas en movimiento, que las piernas se detuvieran después que el corazón. Ser un corredor perpetuo.




Hubo un tiempo, entonces, en el que me creí dueño de las distancias; solo aspiraba a hacerme dueño también del cronómetro, pero llegado el momento , el infranqueable muro de las lesiones me detuvo, una y otra vez.

Hoy, muchos corredores a los que entreno y asesoro, me preguntan como correr más y mejor; los tiempos han cambiado, las costumbres también, los valores, y hacer mucho trabajo a cambio de nada no está de moda.

Considero que tuve la suerte de vivir un tiempo en el que nos entregábamos en cuerpo y alma tan solo a cambio de la satisfacción de la superación, de la realización, de la contemplación. Difícil hacer entender, hoy en día, a un atleta del montón, que deberá dejarse en el camino gran parte de su esencia como ser humano, a cambio de nada material... no vivimos tiempos poéticos, sino más bien prosáicos y muy pocos, poquísimos, están dispuestos a entrenar más de seis ó siete sesiones de carrera a la semana para mejorar, tan solo aquellos que obtienen algo material a cambio. Benditos tiempos aquellos en los que el idealismo y la aventura nos hicieron buscar nuestros límites y procuraron un enriquecimiento tanto físico como interior.




Como muestra, un botón. Os dejo mis entrenamientos de las tres semanas más duras e intensas en mi camino hacia mi record personal , obtenido en la Marathon de San Sebastián en 1993, con 2h.29'48''... mi fervor e ilusión me hicieron entonces equivocar el ritmo y pasar la media a ritmo de 2h. 23'30'', (1h. 11'45''), lo que me forzó a disminuir el ritmo en la última parte. Un reparto más juicioso del esfuerzo me hubiera posibilitado acercarme a las 2h. 25', pero eso es algo ya que no volverá.

Trás las tres semanas que os detallo a continuación, hice tres semanas más fáciles y de progresiva descarga en volumen e intensidad hasta el día D.


Semana 1

L- M. 1 hora cc de 4'00'' a 3'20'' + Acondicionamiento.
T- 45' fácil

M- M- 6X1.000 en bosque recuperando 1.000 a 4'00'', de 3'25'' a 3'15''
T- 45' rodar carretera.

X- Rodar 20 kms. + Acondicionamiento

J- 3X5.000 recuperando 1000 entre 4'00'' y 4'15'', (17'30''- 17'20'' y 17'10'')

V- M- 1 hora en bosque + Rectas
T- 40' carretera a ritmo marathon.

S- 1h. 15' rodar bosque + Rectas. + Acondicionamiento

D- 2h. 15' en Gredos, por bosques , con los ultimos 30' a ritmo marathon.
Total semana: 169 kms.

Semana 2


Paso esta semana en Hoyos del Espino,(Avila) durmiendo en una casa a 2.000 metros de altura y entrenando a 1200- 1600 metros

L- M- 8X1000 recuperando 1000 a 4.00 de 3.35 a 3.15, (Bosque)

T- 45' caminos rodar

M- M- 1 hora bosque+ Acondicionamiento

T- 45' carretera.

X-M- 1h. 15' correr cuesta arriba.

T- 45' monte.

J- M- 3X6.000 recuperando 1000 a 3'55''- 4'10'', sin tiempos registrados... en bosque

T- rodar 45'

V- M- 1 hora carretera+ Acondicionamiento

T- 10 kms. carretera a 3'40'' + 10X100

S- 1 h. 20' lento, cuesta arriba.

D- 2 horas C.c. comenzando lento y acabando la ultima hora progresiva con ultimo km. a 3'15'' y 160 pulsaciones.

Total semana: 187 kms.

Semana 3

Dos primeros día de la semana en Hoyos del Espino y desde el miércoles en Talavera.

L- M- 50' en bosque a 4'00''

T- 8X1.000 recuperando 1.000 entre 140 y 150 pulsaciones, (3'55'') a 3'15''- 3'20''

M- 1h. 30' por bosque y caminos. +Acondicionamiento+ Rectas

X- 1 hora de 3'55'' a 3'35''+ Rectas-.

J- 1h. 30' c.c. lenta de 4'15'' a 3'55''+ Acondicionamiento+ Rectas.

V- 3X6.000 recuperando 1.000 en 3'55'' 20'40''- 20'30''- 20'20''

S- 1 hora carrera continua lenta+ Acondicionamiento+ Rectas+ Masaje

D- 30 kms. en 1h. 50', acabando el ultimo mil en 3'20''

Total semana 160 kms. realizados





Y como siempre, muchas gracias a Agustín por las fotos que con tanto cariño ha guardado y recopilado durante todo este tiempo. Gracias por ser parte de mi memoria.

sábado, 12 de marzo de 2011

La ventana del pasado, (I). Ya en 1997...

Hoy inauguro una serie de entradas en las que pasaré revista a mis orígenes como triatleta, a mis entrenamientos de marathon, a mis planificaciones originarias en el deporte en tres dimensiones... muchos años de entrenamiento, estudio, ensayo y error que quiero compartir con vosotros.






En 1997, ya compitiendo en triatlon, aún no abandonaba la idea de retomar mis entrenamientos de marathon y volver para bajar de 2.25. Siempre creí que lo tenía en las piernas, aunque de eso hablaré en otra oportunidad; las lesiones me hicieron inclinarme por el triatlon, que me había enamorado años atrás como seguidor y lector contumaz, aunque no como practicante. En el artículo que aquí os dejo, y que gracias a mi amigo , atleta talaverano de la primera hora Agustín Fernández he podido rescatar, escribía en un semanario local algunas claves de lo que yo llamaba entonces entrenamiento cruzado, por mi reticencia a abandonar definitivamente mi sueño de maratoniano. Sin quererlo, estaba ya entrenando durisimamente para lo que sería mi primer encuentro con el triatlon de verdad, el Ironman de 1998. De eso me di cuenta después...

Pinchando sobre la foto podéis leer el artículo, una adaptación del leído en la revista Runners World en julio de 1988, firmado por Stephen Malley.

Buen fin de semana.

viernes, 11 de marzo de 2011

Un Angel de la Guarda.

Todo deportista casi siempre tiene tras de él a personas que velan para que , llegado el momento, pueda alcanzar su mejor rendimiento.

Hoy os voy a hablar de una persona muy especial para un gran número de deportistas en mi ciudad; su nombre es Carlos Curiel, terapeuta naturópata que con su gran trabajo, experiencia y dilatados conocimientos de toda una vida, (además de su entrega y permanente estudio), reconforta , rehabilita y cura a muchos de mis atletas.




Desde Alvaro a David, pasando por todos y cada uno de los niveles de rendimiento y dedicación, todos visitan a Carlos para que cuide de ellos. Ahora Sara progresa a pasos agigantados en su complicada rehabilitación gracias a él.



Si pasáis un día por Talavera y necesitáis de sus servicios, no lo dudéis, siempre estaréis en manos cariñosas y expertas.





Y en esta última imagen, con Sara , utilizando la moxibustión para reducir la inflamación y el dolor en su brazo derecho.

Gracias de nuevo, Carlos!

lunes, 7 de marzo de 2011

Vamos caminando... tú caminas, yo camino.

La vuelta de Canarias, como siempre, nos deja un tanto desubicados y necesitados de readaptación. Particularmente, lo que tengo aquí me gusta por encima de todo, pero para alguien tan apegado a las obligaciones y necesitado de tranquilidad y tiempo para gestionar el día... los viajes trastocan el ritmo y la rutina; tanto es así, que aún no he tenido tiempo de montar la Mamba, que descansa en el trastero en la maleta rígida, hibernando.

Nada de quejas, hay que seguir caminando. Y el viento del sur siempre nos puede dar un soplo de calidez.





Desde el sur , (que no de Canarias, sino de la propia península), llegan a nuestra tierra Patri e Iván, viernes y sábado dedicados principalmente a evaluar las prestaciones de él sobre la bici y a pie, constatando importantes mejoras en el tercer segmento que esperemos den sus frutos a partir de mayo, en el momento en el que el acero temple... sin pensar en detenernos.








Y un domingo de ruta por las faldas de Gredos, por nuestros itinerarios clásicos, con un importante grupo del club y buen ambiente tanto en la carretera como en las irrenunciables paradas, una larga ruta con sustanciosos tramos a buen tren.









Pero , seguro, llegarán mejores vientos , cuando algunas heridas aún cicatrizando, restañen.