viernes, 27 de febrero de 2009

La carrera. Orientacion del trabajo en cadetes y juniors.

Muchos de vosotros sabéis que la carrera a pie es una de mis grandes pasiones. Durante más de dos décadas, he vivido un largo aprendizaje que en alguna época me ha llevado incluso a obsesionarme un poco con los métodos de entrenamiento. Mi gran preocupación, como entrenador, es encontrar la vía más adecuada de formación para conseguir el gusto, la pasión y construir verdaderos cimientos en los más jóvenes, que puedan aprovechar si alguna vez, ya adultos, deciden competir de veras. Por no hablar de los beneficios que consiguen en el presente.

Antes de nada, para mi la carrera a pie, inmersa en este caso en el triatlon, debe representar, como el triatlon en si mismo, una cierta dicha de vivir, y sin miedo debemos decir, un estilo de vida.

Cuando se trata de jóvenes, que ya no niños, es cuando el problema debe abordarse con verdadero rigor. Para un triatleta adulto , un exceso de entrenamiento ó una mala planificación tiene tan solo el riesgo de desajustar el estado de forma, los objetivos , ó como mucho, un sobreentrenamiento que es reversible con descanso y una reorganización de los medios de trabajo a medio plazo.

Pero frecuentemente vemos a triatletas de edades cadetes y junior realizando entrenamientos de adulto en miniatura y, verdaderamente, esto sí es cuando menos cuestionable. Rendimiento... tal vez, pero no a costa de la formación.

La condición física y técnica deben ocupar al menos un 50% del tiempo de nuestro trabajo de carrera a pie en estas edades, y solo en categoría junior, en los últimos años, el entrenamiento puede adoptar la estructura propia de un triatleta confirmado.


Y hablaré, como casi siempre, del entrenamiento natural. Yo , soy toledano y tuve como referencia y maestro siempre a Martin Velasco un enamorado de los sistemas preconizados y difundidos por Olander, y más tarde Lydiard y Cerutti de los que otras veces hable. Me hace daño ver a muchos jóvenes entrenar sistematicamente la carrera en una pista de atletismo, con un control férreo del ritmo y las intensidades de trabajo, algo que siendo útil en algunos momentos de la temporada y de forma muy dosificada en su administración, es nocivo si se utiliza de forma indiscriminada y habitual.


Como veis en las imagenes, yo entreno con los chicos de Talavera en una pista, sobre todo hasta el verano ó en días de vacaciones, que podemos desplazarnos a los circuitos del campo ó bosques a diario. Pero no tocamos el pastel, tan solo el día del cumpleaños, (la pista es el dulce y solo se saborea en contadas ocasiones). Utilizo circuitos que nosotros mismos diseñamos y a veces sin conocer la distancia real de los mismos, cambiando el sentido, en subida ó bajada, en tramos acelerando, tramos de respiro, siempre controlando una intensidad adecuada mediante la toma habitual del ritmo cardiaco ó simplemente por medio de la observación, ojo clínico.


Este tipo de trabajo en terreno variado permite la adaptación a todas las formas de piso y los gestos se efectuan naturalmente dependiendo del estado del terreno. Cuando el suelo está seco, no hay problema: el ataque del pie es fácil y el impulso certero; en las curvas, el ritmo de las zancadas se reduce en la aproximación, el equilibrio se asegura con el apoyo más plano del pie; en las salidas, se utilizan los brazos y su acción correcta para impulsarnos, en las subidas las zancadas son más cortas y frecuentes, en las bajadas más amplias dejándose llevar y aprovechando alguna aceleración en los tramos inmediatamente posteriores de llano.


Necesitamos de algo más que conocimientos técnicos para prescribir entrenamiento, sobre todo en jóvenes. Necesitamos imaginación. Se pierden fondistas por el tedio de ciertos trabajos; el gusto por el entrenamiento, por la carrera a pie, está ahí, en todos los jóvenes, solo hay que despertar algo en ellos.


Y ese algo es, tan solo, la alegría de ejercitarse.

sábado, 21 de febrero de 2009

Un día de ciclismo.

Febrero ya terminando con la promesa de una primavera que nos compense del frío invierno y la posibilidad de ir incrementando los entrenamientos al aire libre. De esos que yo personalmente, mejor no hablo, (por lo de la escasez).

Estos días me han traído como novedad, la posibilidad de pasar una jornada de convivencia con un grupo muy grande de ciclistas y cicloturistas; hasta el Campus de Moraira que organiza Eduardo Chozas, leyenda del ciclismo español, me desplacé en un viaje relámpago el viernes y con vuelta hoy sábado, allí la posibilidad de compartir mis experiencias de entrenamiento con decenas de apasionados del deporte del pedal, que aprovecharon la oportunidad para preguntarme acerca de los últimos pasos de Arroyo en este inicio de temporada, en el que el objetivo del Giro es lo más importante a medio plazo en la preparación, que va por buen camino.


La excusa para estar allí, una charla de entrenamiento en la que tratamos de analizar los fundamentos de la preparación utilizando un medidor de potencia. Aprovecho desde aquí para agradecer a PowerTap y al propio Eduardo Chozas la oportunidad que me brindaron. Sin duda un lujo, y sobre todo una ocasión única para comprender la importancia y el calado que un deporte como el ciclismo sigue teniendo ,y espero para siempre tenga ,en el tejido deportivo y social de nuestro país, siendo seguramente una de las modalidades más queridas y seguidas por los españoles.


Espero en próximas oportunidades poderos hablar un poco más de algunos de "mis" deportistas sobre los pedales, sus entrenamientos y ojalá de sus éxitos. Mañana domingo, precisamente, se abre para algunos de ellos la temporada con la primera prueba de Copa de España en Don Benito, (Badajoz). Suerte!!

sábado, 14 de febrero de 2009

Decisiones.

Vivo rodeado permanentemente de deportistas. Jóvenes y no tan jóvenes. Individuos que viven, sienten y sueñan. Buscan su lugar en la vida y a menudo difícilmente lo pueden encontrar. Finalmente lo consiguen, pero a veces de forma no fácil y en ocasiones no sin dejar en el camino muchas cosas que les hieren, estigmatizan frecuentemente de por vida. Y lo digo desde la experiencia, sin duda.


Hacer deporte de forma monacal, entrenar cotidianamente en pos de un objetivo, no es otra cosa que un compromiso vital. Muy duro seguramente. Gratificante al final, pero también a veces traumático. Conviene no olvidar esto en nuestras vidas.


Problemas. Inserción vital. Experiencias que traen sabiduría, y no solo las buenas, sino las malas, las que incluso nos hacen llorar pero que pueden convertirse al final en esenciales; sin la lluvia que nos castiga no habría prados, y sin las sombras que oscurecen nuestra existencia no habría finalmente sol.


Decisiones. Elegir un camino para dejar otros. La posibilidad de apostar por una vida de renuncias y también de satisfacciones, ese poder de decisión es el activo más importante que tenemos los seres humanos.Podemos elegir comernos diez perritos calientes ó un puré de verduras y un filete a la plancha. Podemos elegir ir a entrenar una tarde de lluvia ó quedarnos escuchando música con unos amigos. Puedes elegir construir tu vida en unos principios, forjar tu carácter,(y el deporte es tan solo una posibilidad) o vivir una vida muelle.



Entrenar no es solo ejecutar, encadenar zancadas ó elegir una bici de carbono. Es un compromiso vital. Llegada una edad, es conveniente que los jóvenes que se aventuran en este mundo de compromiso lo tengan presente; elegir: donde había timidez, cimentar la confianza y la determinación; donde había confusión, orden. Tranquilidad en lugar de inquietud y paz de espíritu en lugar de turbación.



Equilibrio, seguridad, paz interior. No es otro el objetivo del deportista en pos de su sueño.



Dedicado a mis chavales más jóvenes que pronto se harán mayores y buscan su identidad como deportistas y seres humanos, para que logren en verdad ser las personas que ansían.

lunes, 9 de febrero de 2009

Gelido Invierno.

Poca novedad os transmitiré cuando os hable de un gélido invierno. Es lo que leemos constantemente de los blogeros triatletas. La lucha constante entre los planes marcados y la crudez de las condiciones ahí afuera.

Que se lo digan a La Gacela. Un verdadero mítico del triatlon tradicional. Este año si todo va bien conseguirá su 14º camiseta de finisher del IM Lanzarote. Ahi es nada. Pocos pueden presumir de ello, junto a él otro imprescindible, Talín. Mi idolatrado hispano/suizo no ha tenido el privilegio de llegar a La Meca, pero La Gacela, Carmelo Ruiz, si, en 2001, y lucha por un nuevo slot en el grupo de 45/49 en este 2009.


Carmelo ha estado este fin de semana por Talavera, batallando con un frío para él inusual, extremo, y vestido de Caisse d'Epargne ha recorrido casi 200 kilómetros de meseta azotada por el invierno gelido. Ha conocido el Bosque Mágico y pisado las agujas de pino y el musgo. Ha subido cuestas. Ha coronado y descendido montañas. Y ha repetido hasta la saciedad el largo de 25 de nuestra piscina de Los Leones. Los leones no son triatletas, pero casi.


Recordad: La Gacela, de nuevo rumbo a Kona. En la imagen posa con uno de los grupos de tratletas talaveranos en el Hall of Fame local, en el Bar La Picada- Alii Drive.