miércoles, 23 de octubre de 2013

27 años.

Hoy quiero rendir homenaje a la amistad, compromiso y fidelidad. Términos que , a menudo, pasan desapercibidos en un mundo el de hoy, abrazado a los antivalores.

El protagonista de mi entrada de hoy, Agustín Fernández, y yo, tenemos muchas cosas en común. Por encima de todo, entendemos el deporte como una comunión que nos ha proporcionado y proporciona salud, perspectiva y estilo de vida.

Agustín es mi discípulo más antiguo; 27 años a mi lado ejemplifican la constancia y una filosofía adquirida, escuchada y asimilada, que me hace sentir orgulloso , como entrenador y como transmisor de una serie de valores que, en este caso, pude transferir y dilatar en el tiempo y en la vida. Hoy él, para mi, no es ya un simple discípulo, sino un verdadero espejo en el que mirarse.


Agustín, nacido en Talavera en julio de 1950, comenzó a entrenar conmigo, un jovencísimo monitor de atletismo de 22 años entonces, en mayo de 1986. Nuestro objetivo en aquel momento fue conseguir una base física adecuada, pérdida de peso incluida, para poder incrementar paulatinamente las cargas y que esto posibilitara un progresivo rendimiento en pruebas de fondo.Asimismo, conseguir unas adaptaciones benéficas que pudieran permanecer de por vida.  Consideramos que un plan a cinco ó seis años vista, considerando su edad entonces, (36 años) y sus antecedentes deportivos sería lo ideal. Manos a la obra .



En sus palabras," el atletismo me aportó un cambio de 180º en la vida, gané en todo, salud, equilibrio personal, valorarme y reconocer valores que creía que no tenía, disfrutar de la amistad, (esa que aún se mantiene por la actividad atlética), y la satisfacción que te produce finalmente el sacrificio de entrenamientos y competición".


La planificación dió sus frutos, (aquellas primeras planificaciones que aún conservo con orgullo), y en 6/7 años , con mucha paciencia, y constancia no exenta de lesiones puntuales, Agustín obtuvo sus mejores marcas.... 1.19.49 en 1/2 marathon, (Toledo 1993) y 2.49.25 en marathon, (Mapoma 93). Su mejor marca en 10 kms. homologados en ruta llegó unos años después, 1996 para 36'36''.Ejemplo sin duda de trayectoria para un verdadero corredor popular.

Actualmente y muchos años después sigue entrenando conmigo y ayudándome con un grupo de corredores recreacionales. Alterna la carrera, marcha , los ejercicios de condición física. A sus 64 años sigue corriendo en pruebas de hasta 10 kms. , guiando también con sus consejos a los recién llegados. Los ritmos han cambiado, pero como él mismo dice, "ahora que tardo más, más disfruto". 



Si le gusta resaltar que en las carreras que no compite tiene el lema, "o corres o curras" y se lleva la cámara de fotos y hace todas las que puede, en la última media maraton y 10 kms. de Talavera hizo unas 500 y tiene en su facebook personal y en el del gruposalvajetalavera un montón de albumes y datos, (lo guarda todo, lleva un diario personal desde que comenzó y aún lo mantiene)... desde los comienzos del atletismo talaverano hasta nuestros días. 


Por ultimo, disfruta mucho con la cantidad de gente que corre hoy en día, de las competiciones que se celebran y tiene desde hace unos años sus ojos puestos también el las pruebas de  triatlon en sus diversas distancias; Sus planes son seguir entrenando-compitiendo mientras que el cuerpo lo permita y por supuesto mantener esa amistad labrada en tantos años con las gentes del deporte y principalmente del atletismo. 


Esperamos contar contigo para siempre, amigo. 


martes, 1 de octubre de 2013

Alguno de mis principios.

Cuántas veces hemos escuchado que aprenderíamos más del sabio silencio que de la estridencia?? algo que no debemos desestimar en ningún campo, y menos en el deporte ó el entrenamiento, faceta en la cual, la observación, la repetición adecuada, el slow motion cobra una importancia crucial.



Aspecto que desestiman algunos entrenadores y atletas jóvenes, más preocupados por el rendimiento per se y el corto plazo, y que se niegan a la evidencia de que la técnica debe ser observada y ejecutada con baja exigencia, sobre todo en los primeros años de  formación, ó en momentos en los que resulta imprescindible la fijación del patrón adecuado.

Hay consejos lamentablemente desestimados ó ignorados, técnica abortada por la impaciencia ó mala canalización del "exceso de testosterona" esto por parte del deportista, y por otro lado,  error habitual: palabrería por parte del técnico, más preocupado por explicar por y para qué realizar un gesto ó una estrategia, que de corregir, observar y dejar fluir al deportista. Como sabiamente apunta el refranero, más valen quintaesencias que fárragos.



Los años enseñan que hablar demasiado ó excederse en la información, puede ser inapropiado, generando expectativas irreales. Como entrenadores, nunca debemos estar ansiosos en dar soluciones demandadas desde la premura. La perspectiva real del proceso solo se adquiere recorriendo primero el largo camino de ida , yendo y volviendo una y otra vez, pero nunca desde un mapa detallado que nos da claves pero no nos revela realidades.
 


Ofrezcamos ejemplo, constancia, estilo de trabajo en el tiempo, soluciones , esmerándonos en ser las mismas personas a través de los años.