Policia y ladrones.

Más jornadas ciclistas; aunque no lo parezca, también nadamos y corremos, pero eso es otra historia.

Dani me insistía que le gustaría pedalear uno de estos días con D.Arroyo, así que nada, una llamada de teléfono y David, tan gran ciclista como persona, se presta a rodar con nosotros, aunque solo sean unos kilómetros.

Comenzamos pedaleando camino de San Román de los Montes y al llegar al pueblo, el policía local y también triatleta Samuel Blázquez, detiene nuestra marcha como si fuésemos unos vulgares delincuentes.. su intención no es la de multarnos, simplemente quiere compartir unos minutos de charla en su jornada laboral, momento que recojo en la imagen.

En cuanto se descuida, salimos huyendo montaña arriba, y Arroyo y El Torito me hacen sufrir más de la cuenta; también un joven juvenil que comienza a hacer sus pinitos y que pronto dará que hablar. Así que me descuelgo, me tienen que esperar y aprovechamos para parar y tomar una cocacola e improvisar una pequeña tertulia.

La bici de Arroyo: aunque parezca mentira, pesa más que las nuestras, si bien es la que tiene en casa para entrenar, idéntica en medidas a la de competición, pero con algunos materiales distintos, por ejemplo su indispensable SRM que da precisión a sus entrenamientos y esas pesadas cubiertas que odio por su incómodo rodar, pero indestructibles y con las que es imposible pinchar, las Armadillo. Le gusta rodar entrenando con ellas , sobre todo por la diferencia que luego nota con los tubulares en competición.

Una jornada provechosa. Si no fuera porque mi mente estaba también en Galicia... pero eso , de la misma manera, es otra historia.