Empezando ó terminando la temporada, que más da. Más tiempo para contemplar, pensar, sencillamente dar sentido a todo lo que hacemos.
Sumidos en el atropellado fluir de los días, tal vez no reparemos en el privilegio de nuestra existencia; somos afortunadísimos, porque vivimos con el lujo de poder dedicarnos, con mayor ó menor intensidad, a practicar deporte, una necesidad en la vida presente, pero también un lujo en el que tal vez no solemos reparar.
No nos damos cuenta. Pienso que con el tiempo acabaremos amando aún más nuestro deporte, (sobre todo si algun día nos falta) por la sencilla razón de que el ha sacado el máximo de nosotros, nos ha elevado durante momentos preciosos por encima de una vida anodina y nos ha mostrado la belleza de la vida extrema, nos ha hecho reencontrarnos con nuestro ser más interno y nos acerca a una pureza que jamás habríamos conocido si no nos hubiéramos enfrentado a nuestros límites y no hubiéramos luchado enérgicamente contra ellos.
Es asi. Simple y claro. Si lo pensamos con la mente limpia de cualquier influencia, no podremos hacer otra cosa que sonreir y alegrarnos de nuestra vida de ahora.
Vivamos y disfrutemos de nuestros años, del momento...
11 comentarios:
Amén.
Completamente de acuerdo.
Totalmente de acuerdo contigo, lo que es un verdadero lujo es poder leer tus opiniones.
si señor,en eso andamos,ayer lo pensaba mientras hacía(bueno intentaba hacer surf y una ola me revolcaba),q vida!!
si somos muy afortunados independientemente de la victoria contra el crono.
UNOS "JODIDOS PRIVILEGIADOS" DIGO YO EN OCASIONES.......
qué suerte tengo que a mi me ha tocado ser yo!
qué suerte tenemos de que a nosotros nos haya tocado ser nosotros!
Totalmente d´accord. Pero uy!! no caigamos en el engaño de que el realizar tri en este caso nos da la felicidad, más bien es un medio por el que la conseguimos. Si no pudieras practicar tri serías feliz con otra cosa porque está en nuestra naturaleza buscarla.
Bonitos días de otono!!
Si señor, tu lo as dicho, somos privilegiados y ojala sigamoloslo siendo.
Un abrazo.
Cuando estás parado por razones ajenas a tu voluntad te das cuenta de lo que te aporta el deporte, de la felicidad y salud mental que te puede aportar un sencillo trote por el monte.
Una de las 4 C.
En el camino nos encontramos con partes pedregosas, nos hacen temblar las rodillas, doler los tobillos, fatigar nuestra conciencia, nos nubla la meta de llegar y nos hace no apreciar bien nuestro entorno, en definitiva disfrutar del momento. Cuando nos encontramos en ese momento de guardia baja, de brazos caídos siempre aparece el paisaje del otro lado de la colina que nos hace pensar que ha merecido la pena, que nos da el impulso de seguir hasta coronar, de olvidad lo largo que ha sido y lo pedregoso pasa a ser anecdota. Es lo que ha sido éste artículo para mí. Gracias.
cierto!
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