El Tour concluía hoy, como es tradición, en París.
La historia del ciclismo no puede ser entendida sin la anual cita con la ronda francesa.
Un deporte apegado a la tradición, pero que en dos décadas, y aún mucho más en los últimos años, ha evolucionado muchísimo , tanto en el plano técnico,como mecánico, médico... una transformación que aún así mantiene la misma esencia y espíritu de los orígenes: ó vencer, ó llegar a París. La victoria es importante, pero también lo es terminar.
Para entender esta evolución, un documental imprescindible, que nos hará reflexionar acerca de este inexorable cambio y evolución a todos los niveles.
Vive le tour! from Bear Thunder on Vimeo.
El Tour 2011 ha terminado... Viva el Tour 2012!
domingo, 24 de julio de 2011
sábado, 23 de julio de 2011
Giro+ Tour, misión imposible.
La teoría y la historia nos decían que tal vez sí, que podía ser posible, que Giro y Tour podían ser afrontados en una misma temporada a un buen nivel. La historia nos habla de ciclistas que en épocas pretéritas consiguieron vencer en ambas rondas el mismo año, (entre ellos , mitos vivientes como Eddy Merckx, Bernard Hinault, ó Miguel Induráin) pero está muy claro que eran otros tiempos.
El ciclismo moderno penaliza el intento, por la cada vez mayor especificidad del entrenamiento, por la minuciosa preparación de los corredores, entre los que el margen en el rendimiento entre cada uno de ellos es cada vez menor, y por qué no decirlo, en nuestros días la recuperación orgánica y física no tiene margen para ningún atajo como podía suceder en el pasado, por los minuciosos y casi cotidianos controles antidopaje, que afortunadamente estrechan el cerco para los tramposos.
Necesitabamos experimentarlo de primera mano; sabíamos que en los últimos años los intentos habían sido vanos: Menchov vencía en 2008, pero solo pudo ser 50º en el Tour semanas después, pero...
David Arroyo preparó a conciencia el Giro 2011, el año posterior a su segundo puesto en el podio, y en una apuesta clara por la mejora, acentuó los aspectos más intensivos y específicos de su preparación, elevando su umbral funcional de potencia y al mismo tiempo presentándose en el prólogo de Venaria Reale con 2 kilos menos de peso que en 2010, una apuesta arriesgada pero que estimábamos como necesaria de cara a la necesidad de ser absolutamente competitivos: un FTP contrastado de 6,3 watios kg a pocas jornadas del inicio asi nos lo indicaba, su mejor estado de forma de siempre.
En el Monte Etna Arroyo sorprendió a no pocos analistas, respondiendo en primera persona y con suficiencia a los ataques de Nibali y aguantando con los mejores, excepción hecha de Contador, que competía ya en otra liga. Pudo situarse a falta de jornadas durísimas en el 4º puesto de la general. Paulatinamente David podía mantenerse en los primeros puestos, pero perdía gas. Un Giro durísimo penalizaba su estricto peso, limando reservas y vaciándole progresivamente. La apuesta ,arriesgada, falló, y el ciclista talaverano fue terminando la ronda con un acentuado catabolismo, constatado en la crono final de Milán, en la que solo pudo alcanzar niveles de rendimiento más propios de un entrenamiento que de una crono . 14º puesto, muy lejos de lo que augurábamos y buscábamos.
Con este panorama, y una pérdida de fuerza manifiesta por la neutralización de los procesos anabólicos, constatada en el gimnasio y en la ruta, nos situábamos a un mes de la salida del Tour.
Considero que la dureza extrema del Giro en esta edición 2011 necesitaba de al menos un día de recuperación por cada etapa disputada; esto nos sitúa en 20 días de descanso, sin margen para ninguna puesta a punto, y con la necesidad de recuperar los niveles de fuerza dilapidados y , de otro lado, mantener cierto trabajo de resistencia activa para no desadaptar. Difícil empeño.
Un trabajo de fuerza específico, dirigido y orientado a mejorar el anabolismo, descanso , y alguna competición a dos semanas del inicio del Tour han sido suficientes para terminar dignamente en el puesto 36º y con ciertas buenas sensaciones la Grand Boucle, pero nunca para ser competitivos. Otros tuvieron que abandonar prematuramente, víctimas del agotamiento por el Giro previo.
Las evidencias y la experiencia así nos lo aconsejan: solo un gran y exhaustivo esfuerzo al año en grandes rondas por etapas, el ejemplo de Lance Armstrong en los años de sus siete victorias podría ejemplificar todo lo expuesto.
El ciclismo moderno penaliza el intento, por la cada vez mayor especificidad del entrenamiento, por la minuciosa preparación de los corredores, entre los que el margen en el rendimiento entre cada uno de ellos es cada vez menor, y por qué no decirlo, en nuestros días la recuperación orgánica y física no tiene margen para ningún atajo como podía suceder en el pasado, por los minuciosos y casi cotidianos controles antidopaje, que afortunadamente estrechan el cerco para los tramposos.
Necesitabamos experimentarlo de primera mano; sabíamos que en los últimos años los intentos habían sido vanos: Menchov vencía en 2008, pero solo pudo ser 50º en el Tour semanas después, pero...
David Arroyo preparó a conciencia el Giro 2011, el año posterior a su segundo puesto en el podio, y en una apuesta clara por la mejora, acentuó los aspectos más intensivos y específicos de su preparación, elevando su umbral funcional de potencia y al mismo tiempo presentándose en el prólogo de Venaria Reale con 2 kilos menos de peso que en 2010, una apuesta arriesgada pero que estimábamos como necesaria de cara a la necesidad de ser absolutamente competitivos: un FTP contrastado de 6,3 watios kg a pocas jornadas del inicio asi nos lo indicaba, su mejor estado de forma de siempre.
En el Monte Etna Arroyo sorprendió a no pocos analistas, respondiendo en primera persona y con suficiencia a los ataques de Nibali y aguantando con los mejores, excepción hecha de Contador, que competía ya en otra liga. Pudo situarse a falta de jornadas durísimas en el 4º puesto de la general. Paulatinamente David podía mantenerse en los primeros puestos, pero perdía gas. Un Giro durísimo penalizaba su estricto peso, limando reservas y vaciándole progresivamente. La apuesta ,arriesgada, falló, y el ciclista talaverano fue terminando la ronda con un acentuado catabolismo, constatado en la crono final de Milán, en la que solo pudo alcanzar niveles de rendimiento más propios de un entrenamiento que de una crono . 14º puesto, muy lejos de lo que augurábamos y buscábamos.
Con este panorama, y una pérdida de fuerza manifiesta por la neutralización de los procesos anabólicos, constatada en el gimnasio y en la ruta, nos situábamos a un mes de la salida del Tour.
Considero que la dureza extrema del Giro en esta edición 2011 necesitaba de al menos un día de recuperación por cada etapa disputada; esto nos sitúa en 20 días de descanso, sin margen para ninguna puesta a punto, y con la necesidad de recuperar los niveles de fuerza dilapidados y , de otro lado, mantener cierto trabajo de resistencia activa para no desadaptar. Difícil empeño.
Un trabajo de fuerza específico, dirigido y orientado a mejorar el anabolismo, descanso , y alguna competición a dos semanas del inicio del Tour han sido suficientes para terminar dignamente en el puesto 36º y con ciertas buenas sensaciones la Grand Boucle, pero nunca para ser competitivos. Otros tuvieron que abandonar prematuramente, víctimas del agotamiento por el Giro previo.
Las evidencias y la experiencia así nos lo aconsejan: solo un gran y exhaustivo esfuerzo al año en grandes rondas por etapas, el ejemplo de Lance Armstrong en los años de sus siete victorias podría ejemplificar todo lo expuesto.
viernes, 22 de julio de 2011
Alpe D´Huez
Alpe d´Huez es misticismo, lugar de pregrinación de todo ciclista que sueñe con el Tour,paradigma de la épica de esta prueba desde que este emblemático lugar francés entrara en la ronda gala a mediados del Siglo XX.
Fausto Coppi fue el primer vencedor de una etapa en este lugar.
Las 21 curvas de herradura han hecho verdaderamente emblemática la ascensión, hasta los más de 1800 metros de la meta en lo más alto de la estación invernal.
Grandes ciclistas españoles se han impuesto en la cima, como Fede Echave.
Colombianos como Lucho Herrera.
Qué decir de los holandeses. Por algo son los "dueños" morales del puerto.En la imagen, Steven Rooks con Pedro Delgado
21 finales de etapa que podemos rememorar en un especial fotográfico del diario L'Equipe.
Enhorabuena para Pierre Roland, la nueva esperanza del ciclismo francés.
Y en unos días, los triatletas a escena.
Fausto Coppi fue el primer vencedor de una etapa en este lugar.
Las 21 curvas de herradura han hecho verdaderamente emblemática la ascensión, hasta los más de 1800 metros de la meta en lo más alto de la estación invernal.
Grandes ciclistas españoles se han impuesto en la cima, como Fede Echave.
Colombianos como Lucho Herrera.
Qué decir de los holandeses. Por algo son los "dueños" morales del puerto.En la imagen, Steven Rooks con Pedro Delgado
21 finales de etapa que podemos rememorar en un especial fotográfico del diario L'Equipe.
Enhorabuena para Pierre Roland, la nueva esperanza del ciclismo francés.
Y en unos días, los triatletas a escena.
domingo, 17 de julio de 2011
Aquellos Tours
El mes de julio es un mes sin siestas; aunque tengamos vacaciones. O aunque nos cueste conciliar el sueño en las noches calurosas. Tan solo algunas cabezadas en la sobremesa, sobre todo en las retransmisiones de las etapas llanas del Tour, la carrera ciclista por antonomasia, liturgia del verano.
Para muchos, entre los que me cuento, el Tour es religión, sobre todo si lo hemos vivido a través de la pantalla en familia, desde críos.
Como no recordar los veranos de adolescente, en León ó Talavera, no me perdía ni una tarde la retransmisión y después , a menudo, solía salir a pedalear al sol con alguna vieja bici, otras muchas veces bajaba a la calle a jugar a las chapas con los colegas del barrio, aquellas chapas con los nombres de los ciclistas del Tour. Menudas carreras!
Viendo la etapa de ayer me sentí bastante decepcionado. No es este el Tour que me enganchó desde chaval, el Tour de la épica, del jugarse todo a una carta, ó todo ó nada. Nada que ver con la leyenda de aquellos ciclistas que , ciertamente, hipnotizaban.
Recuerdo perfectamente haber visto con casi doce años esta etapa. Mi preferido entonces era el asturiano López Carril 3º en el Tour de 1974 y que representaba, junto a los Fuente, Pedro Torres ó Francisco Galdos la vieja tradición de los escaladores españoles. En la 15ª etapa, un 14 de julio, Eddy Merckx, El Canibal , vestía el jersey amarillo, por décimo día consecutivo.
La jornada llevaba a los ciclistas desde Niza a la estación de Pra-Loup, en los Alpes, después de ascender numerosos cols. En la ascensión al Col de Allos , a 2250 metros de altura, Merckx, vestido de amarillo, ataca insolente y descuelga a sus compañeros de fuga: Gimondi,Zoetemelk, Van Impe vestido de lunares , Thevenet... y se va poseído por el diablo, realizando un descenso suicida por una carretera infernal camino del alto de Pra Loup. La ambición del belga, que hoy sería atávica ó cuando menos extravagante, en un ciclismo en el que todo es mucho más previsible, le hizo reventar en el último puerto, en el que perdío la etapa , el liderato y finalmente el Tour.
La etapa , el maillot y el primer puesto finalmente en los Campos Elíseos fue para Bernard Thevenet. Por cierto, el ya citado López Carril venció dos días después en Avoriaz, y fue quinto en la general final, a 19' del francés.
Al Tour 2011 le restan los Alpes en la semana decisiva. Ojalá podamos vibrar como entonces, aunque ... ¿alguien imagina atacando al maillot amarillo? ufffff
Para muchos, entre los que me cuento, el Tour es religión, sobre todo si lo hemos vivido a través de la pantalla en familia, desde críos.
Como no recordar los veranos de adolescente, en León ó Talavera, no me perdía ni una tarde la retransmisión y después , a menudo, solía salir a pedalear al sol con alguna vieja bici, otras muchas veces bajaba a la calle a jugar a las chapas con los colegas del barrio, aquellas chapas con los nombres de los ciclistas del Tour. Menudas carreras!
Viendo la etapa de ayer me sentí bastante decepcionado. No es este el Tour que me enganchó desde chaval, el Tour de la épica, del jugarse todo a una carta, ó todo ó nada. Nada que ver con la leyenda de aquellos ciclistas que , ciertamente, hipnotizaban.
Recuerdo perfectamente haber visto con casi doce años esta etapa. Mi preferido entonces era el asturiano López Carril 3º en el Tour de 1974 y que representaba, junto a los Fuente, Pedro Torres ó Francisco Galdos la vieja tradición de los escaladores españoles. En la 15ª etapa, un 14 de julio, Eddy Merckx, El Canibal , vestía el jersey amarillo, por décimo día consecutivo.
La jornada llevaba a los ciclistas desde Niza a la estación de Pra-Loup, en los Alpes, después de ascender numerosos cols. En la ascensión al Col de Allos , a 2250 metros de altura, Merckx, vestido de amarillo, ataca insolente y descuelga a sus compañeros de fuga: Gimondi,Zoetemelk, Van Impe vestido de lunares , Thevenet... y se va poseído por el diablo, realizando un descenso suicida por una carretera infernal camino del alto de Pra Loup. La ambición del belga, que hoy sería atávica ó cuando menos extravagante, en un ciclismo en el que todo es mucho más previsible, le hizo reventar en el último puerto, en el que perdío la etapa , el liderato y finalmente el Tour.
La etapa , el maillot y el primer puesto finalmente en los Campos Elíseos fue para Bernard Thevenet. Por cierto, el ya citado López Carril venció dos días después en Avoriaz, y fue quinto en la general final, a 19' del francés.
Al Tour 2011 le restan los Alpes en la semana decisiva. Ojalá podamos vibrar como entonces, aunque ... ¿alguien imagina atacando al maillot amarillo? ufffff
lunes, 11 de julio de 2011
Los héroes también lloran.
Un verdadero héroe. Johnny Hoogerland sube al podio para recoger su maillot de lider de la montaña y el premio al ciclista más combativo del día.
Llegó a la línea de meta 15 minutos después del pelotón. Fue atropellado por un coche, al igual que Juan Antonio Flecha, cuando transitaba 5' por delante del gran grupo.
Su esfuerzo por llegar al final de etapa, representa la verdadera esencia del ciclismo. Esperemos que no tenga que abandonar; gracias al día de descanso tras nueve etapas de infarto, tendrá más posibilidades para recuperarse.
Pese a todo, ó tal vez por ello... Viva el Tour!
domingo, 10 de julio de 2011
De records.
Últimos días en los que uno no se acaba de acostumbrar a la jilipollez de una gran parte del mundo triatlético, cuando se nos habla de records en la distancia Ironman...
Que no. Por favor, dejen de hablar de records cuando las distancias no son homologadas, y ni falta hace que lo estén. Las distancias son siempre aproximadas, pero nunca exactas. Los recorridos nunca son iguales. No hay anemómetros para medir el viento a favor. La orografía siempre es distinta de un lugar a otro...
El colmo de los colmos es escuchar a jóvenes triatletas discutir, porque uno de ellos tiene mejor marca en un sprint que su compañero , cuando están hechas en lugares distintos, ó cuando escuchas, incluso a triatletas con ya años de competición, que tienen una marca en los 5.000 de un sprint de 17'00'', por poner un ejemplo socorrido, cuando ni siquiera saben si la distancia que corrieron fue exactamente esa.
La marquitis tiene mucho que ver con la corriente social del éxito exhibido y con la malinterpretación y el desconocimiento de las reglas y la tradición triatlética.
Se puede (e incluso se debe), hablar del puesto conseguido, pero lo de la marca sobra. A nadie se le ocurre pensar en la marca que hizo tal ciclista en los 200 kms. de tal etapa del Tour, pero se sabe quién ganó ó incluso quién hizo podio. El puesto se puede consultar en las clasificaciones; pero nadie habla del tiempo realizado.
Y mientras, Carlos Ramirez sigue estableciendo records, en su camino ya hacia el 50º Ironman finalizado, se ha clasificado 15º en el Altriman. ¿A quién le importa la marca?
Reflexionemos ¿en qué clase de engendro estamos convirtiendo nuestro deporte?
Que no. Por favor, dejen de hablar de records cuando las distancias no son homologadas, y ni falta hace que lo estén. Las distancias son siempre aproximadas, pero nunca exactas. Los recorridos nunca son iguales. No hay anemómetros para medir el viento a favor. La orografía siempre es distinta de un lugar a otro...
El colmo de los colmos es escuchar a jóvenes triatletas discutir, porque uno de ellos tiene mejor marca en un sprint que su compañero , cuando están hechas en lugares distintos, ó cuando escuchas, incluso a triatletas con ya años de competición, que tienen una marca en los 5.000 de un sprint de 17'00'', por poner un ejemplo socorrido, cuando ni siquiera saben si la distancia que corrieron fue exactamente esa.
La marquitis tiene mucho que ver con la corriente social del éxito exhibido y con la malinterpretación y el desconocimiento de las reglas y la tradición triatlética.
Se puede (e incluso se debe), hablar del puesto conseguido, pero lo de la marca sobra. A nadie se le ocurre pensar en la marca que hizo tal ciclista en los 200 kms. de tal etapa del Tour, pero se sabe quién ganó ó incluso quién hizo podio. El puesto se puede consultar en las clasificaciones; pero nadie habla del tiempo realizado.
Y mientras, Carlos Ramirez sigue estableciendo records, en su camino ya hacia el 50º Ironman finalizado, se ha clasificado 15º en el Altriman. ¿A quién le importa la marca?
Reflexionemos ¿en qué clase de engendro estamos convirtiendo nuestro deporte?
viernes, 1 de julio de 2011
Comienza el Tour
Sábado 2 de Julio. Fecha marcada en el calendario de todos los amantes del ciclismo. Comienza la prueba por excelencia, la que verdaderamente cuenta, la que te corona ó te condena, la ronda más apasionante para ciclistas y aficionados.
Al igual que la mayoría de los triatletas consideramos al Ironman de Hawaii como lo máximo, los ciclistas veneran el Tour y todos sueñan con participar en la Grand Boucle alguna vez. La Leyenda se escribe en Alpes y Pirineos.
Yo creo en el ciclismo verdadero, el más puro, porque lo vivo a diario.
Mi admiración para aquellos que, igualmente, aman el verdadero ciclismo, profesan esta pasión, viven para ella y creen en este deporte.
Al igual que la mayoría de los triatletas consideramos al Ironman de Hawaii como lo máximo, los ciclistas veneran el Tour y todos sueñan con participar en la Grand Boucle alguna vez. La Leyenda se escribe en Alpes y Pirineos.
Yo creo en el ciclismo verdadero, el más puro, porque lo vivo a diario.
Mi admiración para aquellos que, igualmente, aman el verdadero ciclismo, profesan esta pasión, viven para ella y creen en este deporte.
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