Tiempo de otoño, que nos ayudará a mirar hacia el interior, buscando nuestros más profundos deseos , posponiéndolos para ese momento en el que los soles vuelvan a darnos calidez.
Ay cuanto tiempo
tierra
sin otoño,
cómo
pudo vivirse!
Otra forma de disfrutar, de sentir, de percibir. Más calmada. Más pausada. Más tibia.
Albergamos los sueños que no han querido materializarse, los acogemos y los damos forma. Para cuando los soles quieran de nuevo darnos calidez.
Se respira
el cambio
de fronteras,
de la humedad al viento,
del viento a las raíces.
Algo sordo, profundo,
trabaja bajo la tierra
almacenando sueños.Tiempo de charlas, de planificación, reuniones familiares y de otro tipo, de deseos dibujados en las conciencias. Preparémonos. No bajemos la guardia, el invierno está llegando en nada.
Es duro
nuestro largo trabajo.
Vamos
a preparar la tierra
y a enseñarla
a ser madre,
a guardar las semillas
que en su vientre
van a dormir cuidadas
por dos jinetes rojos
que corren por el mundo
(Versos de Pablo Neruda. Oda al Otoño).
2 comentarios:
Como siempre,dices mucho en pocas palabras,tanto que hay que leer lo que escribes al menos dos veces.
Metáforas,y a la vez realidades,verdaderas como puños.
Pitu
La siembra y el sumo cuidado en el invierno harán que los frutos venideros sean los esperados. Cuan cierto es esto. Espero que nos veamos pronto esos días 26-27 en ese fin de semana otoñal.
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