Ahora mismo, con 1, 78 metros y 66 kgs. muchos de mis allegados dicen que estoy extremadamente delgado. Pero lo cierto es que ahora peso 6 kilos más que en mi mejor época de maratoniano, allá por primeros de los 90.
No podemos abstraernos de esta coletilla ninguno de nosotros, todos aquellos que hacemos del deporte de resistencia nuestra devoción diaria; ¿gordo ó delgado?... estoy rodeado de devoradores de kms. que incluso pasan hambre para llegar en su mejor peso a tal ó cual prueba, y también de otros que , pese a adelgazar continuamente, siempre piensan que les sobra algo de peso. Mis pupilos me han colgado un sambenito que ya se ha convertido en chiste... cuando vuelvo a ver a alguno de mis atletas, después de un tiempo, a menudo les recibo con una frase , por mi repetida en tono jocoso y a la vez irónico, que se ha convertido en la comidilla del grupo...que tal, fulanito... estás más gordo, no???
Bromas aparte, a mi particularmente siempre me había gustado que me recordaran que tengo cara de enfermo. Eso significa que había alcanzado, ó estaba a punto de llegar , a ese perseguido estado de gracia física.
La curva de la felicidad es para otros,desde luego para mi no; es para aquellos que tienen cuentas corrientes de más de ocho dígitos y sobrepeso de "más quince".
Por qué engordamos... muy sencillo. Si reflexionamos, el hombre es el único animal que come cuando no tiene hambre, y por tanto las dietas que nos diseñan nunca funcionan eternamente. Lo único que nos hace recobrar el apego a nuestros años más jóvenes es la lucha diaria; una lucha que nuestros ancestros mantenían para sobrevivir, desplazándose , para cazar, el trabajo duro en el campo, y los días de sol a sol...¿ahora?? una lucha física por la supervivencia muchas veces simulada, pero que también nos hace acercarnos a nuestro perfil de animales humanos .
Hemos visto en comunidades del Tibet, Ecuador ó de las montañas del Japón a gentes que viven hasta los ochenta, noventa ó cien años, trabajando duro. A estas personas tan longevas les ocurre lo mismo que a los animales en la naturaleza; buscan su sustento diario y solo comen cuando tienen hambre, y por tanto, no prestan la menor atención a dietas ó a calorías requeridas. Esto es solo del interés de las personas que vivimos rodeadas de comodidades , o que vemos la tele con una cerveza y varios bocados esperándonos.
Las dietas son innecesarias cuando nuestra vida es dura y llena de esfuerzos; como la vida del trabajador manual, del labriego, ó en nuestros días de cualquier deportista contumaz.
Esfuérzate, llega hasta tu límite y encontrarás tu verdadera imagen, la que mereces.
8 comentarios:
Sólo aportarte mi punto de vista sobre el tema, la sensación de hambre viene provocada por el nivel de glucosa en sangre, que está regulado básicamente por la liberación de insulina por el pancreas, que a su vez está regulada por el tipo de comida que hayamos comido, lo que hayamos ejercitado, y un carácter genético...por lo que podemos tener hambre a las dos horas de desayunar sin habernos movido del asiento, o no tenerla haciendo una actividad de 10 horas en el monte (porque tienes glucosa en sangre). Lo unico cierto aquí es que se engorda cuando se come más de lo que se gasta y de eso sabe mucho nuestra sociedad moderna, pero comer, se come con hambre...aunque ese hambre sea un engaño de nuestro sistema hormonal. Un abrazo pla
Kilos de más cuando toca subir y kilos de menos cuando se acaban las reservas. En mi caso la madre naturaleza se lo pasó pipa experimentando y dejó que un alma de triatleta se escondiera en un cuerpo de luchador de sumo y no me queda otra que empujar por ellos. A mi me engorda hasta el aire... Un abrazo.
Sobre lo que dice Carlos, me suena tremendamente familiar a la dieta de la zona: tratas de mantener niveles bajos de insulina constantemente y así no tienes sensación de hambre (entre otras consecuencias).
Sobre lo que tú dices Pablo, te recomiendo que leas a Bruce Chatwin y su teoría del nomadismo. Nunca llegó a escribir ese estudio, pero los apuntes que tiene sobre el tema son interesantes.
La "civilización" supone menos de un 0,01% de la historia de los seres humanos y, en ese tiempo, el cuerpo no se ha podido adaptar a los radicales cambios sociales, alimenticios, energéticos, etc.
A mover el culo.
Dani
Joe, pues como tenga que comer cada vez que tengo hambre íbamos apañaos ;-), que tengo hambre a toooodas horas (el esfuerzo que estoy haciendo ahora mismo por no ir a por la caja de galletas que tenemos en la ofi es importante ;-)).
Igual es eso del azúcar... yo lo tengo muy bajito y, cuando me dan pequeñas hipoglucemias, devoro todo lo que pillo hasta que se pasa esa flojera que me da.
En fin, que qué complicado es el organismo humano...
besicos!
Jejeje estamos en sintonia, P. Precisamente en estos dias que preparo mi "crónica visual ironmánica", reflexiono sobre si no será la LD y el Im en particular y el deporte de resistencia en general, una forma de acercarnos a nuestro diseño génetico original, que el entorno "primermundista de la sociedad del bienestar" se empeña en ocultar y sojuzgar.. Es la rebelión contra el ambiente "obesogénico" que nos rodea... Interesante.
Ahondaremos en ello. Yo ahora solo aspiro a Embruntecerme todo lo que pueda...
Un abrazo
Serfinisher
Hola Pablo:
Los animales comen de más si pueden hacerlo sin esfuerzo ;mira cuantos gatos y perros gordos hay en nuestras ciudades.el comer es un placer, y hay que controlarlo en situaciones de abundancia.Te lo digo como veterinario.
No obstante hay un hecho cierto y demostrado , y es que la longevidad se alarga hasta un 20-25% si se hace una restricción calórica ;y esto es una especie de "verdad universal",que se ha comprobado experimentalmente con distintos tipos de animales.En fin que estadisticamente "pasar hambre" alarga la vida.
Por lo demás, que gusto verse las arrugas en la cara y los pomulos marcados.
Un saludo
Pablo
Dieta del pollo y el pan...y a entrenar. Las claves para esta en forma.
pues te tendré que hacer caso porque ahora mismo tengo la curva de la felicidad, que como dices para mí no lo es :(
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