Me relajaría más. No juzgaría a los demás, y mucho menos a quien no veo cotidianamente. Trataría de conocer , hablar menos, tratar de comprender, no prejuzgar.
Huiría de los clichés; correría más riesgos, sonreiría más, pasearía más cada atardecer, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Tendría más problemas reales y menos imaginarios. No perdería el tiempo en mediocridades; trataría sobre todo hacer el bien y tener tan solo buenos
momentos. Comenzaría a andar descalzo en la primavera y seguiría así hasta acabar el otoño. Vería más amaneceres, jugaría con más niños.
Pensaré en todo ello. Gracias a dios, aun soy joven. Aún estoy a tiempo.
Adaptado de Jorge Luis Borges
2 comentarios:
Todos estamos a tiempo. No podría estar más de acuerdo.
Joder, me ha encantado!. Un fuerte abrazo, Sensei!
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